Aceite labial de la colección Winter & wonderful de Essence: post destroyer

1/20/2016
Hoy, un post destroyer, de esos que no suelo escribir (casi) nunca, para quedarme a gusto lanzando al aire un par de ladridos que digan que un producto en concreto me parece una porquería infinita, y que no me consuela nada haber pagado no más de tres euros por él.
Hoy voy a desmontar el "maravilloso" aceite labial de la edición limitada Winter & Wonderfull de Essence.

El acusado...

Hace algún tiempo, Clarins creó un apetecible aceite labial que se declinaba en dos aromas, frambuesa y miel, costaba unos veinte euros y aunaba tratamiento y brillo goloso en un envase innovador con un atractivo aplicador en forma de suave gota gruesa.
En seguida leí una decena de reseñas alabándolo, también un par de voces discordantes (las bloggers Mareas y Bliur, por ejemplo, afirman que el tratamiento no se nota mucho y que el aceite queda como flotando en la superficie del labio), que no lograron acallar mi curiosidad: la emoción crecía, el novedoso paceite me tentaba cada vez más y más, y yo iba calibrando la inversión, a veces pensaba que su compra era inminente, a veces se apagaba la llama, lo llegue a encontrar en la perfumería Mary Ely de Logroño por cuatro euros menos de lo acostumbrado, y entonces...

E.L. W&W de Essence


Entonces comencé a leer en blogs y redes sociales que la nueva colección invernal de Essence incluiría un par de tubitos similares, en tonos miel y frambuesa, y claro, era razonable pensar que serían buenos clones, y pensé... voy a probar la versión barata antes.
De la colección nada más llamó mi atención, aunque el visual era bellísimo, con recreación de puente nevado y estrellitas de nieve plateada incluidos. 
Me llevé el gloss frambuesa que olía poderosamente a salsa de frutos rojos sobre una cheesecake, y al aplicármelo mi primer pensamiento fue: algo que huele tantísimo es porque contiene toneladas de perfume... Voy a ganar el premio Nobel de lógica. Pero no hay dolor, me lo apliqué y quedé encantada con el tono resultante: mis labios se sonrojaron.

A la media hora de aplicado

El color duraba eternidades, no así el brillo, que desaparece en diez minutos, literal. Y cada vez que desaparecía, yo sentía mis labios muy muy secos, así que reponía el producto, que ya suponía un cúmulo de petrolatos. La fotografía que ilustra este primer paso fue hecha tras la segunda re aplicación, una media hora después de la primera aplicación. Ya para entonces sentía la boca bastante seca y sensibilizada.
A las cuatro horas noté que no podía soportarlo más, tenía los labios heriidos. Desmaquillé con agua micelar de LRP, y entonces... (AVISO, las siguientes imágenes pueden herir sensibilidades...)

Parece maquillaje de Halloween...

... Sobre todo la mía. Reconozco que tengo los labios muy sensibles y que la combinación de parafina más perfume no suele ser buena idea, pero nunca, nunca, nunca un labial me había destrozado de tal manera. Subflava por ejemplo me dijo que en ella no provocó semejante cataclismo.
Para poder comparar en un método científico, ayer me acerqué con un disco de algodón alcoholizado a una perfumería IF, higienicé el probador del aceite labial de Clarins y me lo probé. Fue amor absoluto, y ahora sé que sí lo voy a comprar sin buscar ningún otro atajo engañoso. No tiñó mi boca, la cubrió de un brillo amoroso y muy duradero. No me parece el producto más nutritivo del mercado cosmético, pero mimó mis labios y sobre todo los hizo brillar por horas.

Nota: este post no pretende ser una enmienda a la totalidad a Essence, marca que suelo consumir y que en el pasado año se superó: yo ya no puedo vivir sin sus brochas de la colección Make me pretty (señores, háganlas fijas), sin sus productos para cejas y sin sus labiales... pero con este producto no han acertado, al menos en mí.

10 comentarios:

  1. Qué dolor!! Desdeluego, gracias por la reseña, guapetona.
    El aceite de Clarins no es el tratamiento más nutritivo del mundo, pero sí hace. De hecho, hasta sus brillos de labios Gloss Prodige hidratan y cuidan el labio mejor que muchos "bálsamos".
    Besos!

    ResponderEliminar
  2. Una pena. Si es que al final en ciertas cosas (y dependiendo de lo sensibles que seamos) es mejor no arriesgar. El aceite de Clarins en Primor lo he visto a 12 euros...al final si lo piensas no es tanta diferencia.
    Un besazo!

    ResponderEliminar
  3. Que faena nena, te ha dejado los labios destrozados.
    A la basura directito y vivan los post destroyer.
    PD: A ver cuándo me escribes!!!! Si quieres probar el aceite de Clarins házmelo saber en el mail.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  4. Dios, ese tiene que ir directo a la basura!!
    A mi el que me encanta es el aceite de YSL, es amor total.
    Un beso!

    ResponderEliminar
  5. estaba tentada a comprarlo pero visto lo visto me voy directa al de clarins. Gracias por el post

    ResponderEliminar
  6. Me he topado con productos inútiles, pero este ya lo califico de "peligroso". Vaya gracia tuvo que hacerte, y más con lo que cuesta tener los labios medio bien en invierno... ayyy!! Un besico.

    ResponderEliminar
  7. Pero que tremenda esa foto. Gracias por la info, no me acercaré ni con un palo a esa colección.
    M.

    ResponderEliminar
  8. Menuda carnicería. Esperamos crónica del original :(

    ResponderEliminar
  9. No lo dudéis: a la basura ha ido.
    Mareas, te escribo mañana.

    ResponderEliminar
  10. Ya nos dirás sí compraste el aceite de Clarins.

    ResponderEliminar

Habla ahora o calla para siempre...

Con la tecnología de Blogger.