Razones sentimentales

I love you... for sentimental reasons, cantaba Nat King Cole, y nada más cierto cuando hablamos de cosmética. En un mundo tan creativo, tan polifacético como este, a la hora de elegir una determinada sombra de ojos entran en juego un sinfín de razones... absolutamente sentimentales. La crema que compraste en Berlín ahora te resulta algo densa, y por eso has decidido usarla por la noche. Al fin y al cabo dicen que durante las horas de sueño la piel necesita "algo más"... Tu madre te recomienda tímidamente que dejes de utilizarla, a la vista de algunos granitos que están asomando a tu barbilla. Pero tú ni te planteas esa opción, porque la cremita huele a tocador de dama antigua y salvó tu vida en un momento en que tu cara parecía el desierto y, sobre todo, te lo pasaste de miedo en ese viaje de fin de carrera y cuando te embadurnas las mejillas y cierras los ojos te parece ver aún al dependiente ese de los grandes almacenes tan guapísimo, con esas manos poderosas a lo Robert Redford preguntándote: Was willst du? El maquillaje es una grieta hacia nuestra alma: lo dijo Baltasar, nuestro Rey mago de las brochas. Y yo tengo cinco o seis productos que me provocan una gran sonrisa al evocar recuerdos, dulces recuerdos...

1. AMIGAS Y LÁPICES DE LABIOS

Las barras Rimmel, por ejemplo, me llevan a mi primer año en Pamplona, cuando estaba redactando mi trabajo de investigación. Los sábados por la mañana quedaba con mi amiga María Elena para pasear debajo de un paraguas, mirar escaparates y hablar, hablar, hablar... Siempre terminábamos en la antigua perfumería Donna probando labiales baratos de la marca Rimmel. Así descubrí el "Asia", un nude con un ligero toque malva que luego, muchos años después y ya en Sevilla, regalé a mi amiga Cris. Por la noche, solía salir al cine con Laurita y Abby, que un día me dijo que se había comprado "Drops of Sherry", también de Rimmel. Era un labial de un encendido tono entre rojo y rosa, más parecido al sandía que al cereza, brillante y con un característico olor a infancia, mezcla de ceras dacs y golosinas. Yo acababa de sucumbir a sus encantos, e íbamos ambas por la calle con la misma boquita pintada. Ella, con los ojos bien perfilados de kohl negro, por dentro y por fuera, y yo con mi horrible maquillaje de Maybelline en un tono excesivamente pálido y rosado que se llamaba Cameo...

Y es que los lápices de labios son perfectos para esos momentos de toilette y risas entre amigas. El rojo más glam y oscuro de Mac se llama Dubonnet y me lo regaló Merl en mi cumpleaños. Lo elegimos ambas, en Madrid, mirando lentamente todas las posibilidades y tiñéndonos los dedos de rojos imposibles. Le gustó tanto que yo acabo de comprárselo para el suyo... y ahora sé que ambas recordaremos todo lo que hemos vivido juntas cuando nos manchemos los labios de rouge excesivo.

El brillo Mood swing de Too Faced es como un "anillo del humor" pero en formato gloss. Gracias a la temperatura de tus labios consigue adaptarse y crear tu tono personal, siempre rosado pero con distinta intensidad dependiendo de quien lo lleve. Yo debo lucir unos labios hot porque siempre que utilizo este producto terminan siendo de un fucsia translúcido y subido, poderosos y transparentes a la vez... ahora la genial firma ha sacado otras variaciones, entre las que destaca un rosa candy que declina distintos tonos de "algodón de azúcar", pero el tubito original siempre será muy especial para mí, porque lo llevé en la boda de mi amigo Pablo.

2.- ILUMINADORES Y BODAS

Y ya que hablamos de bodas, nunca olvidaré la de mi otro mejor amigo, Nico. Fue en Sotogrande en una iglesia blanca y en pleno verano, por lo que mi piel lucía ese dorado pálido al que llamo yo "ponerme morena"... Para sublimar mi ligero bronceado elegí el colorete Sunbasque de Mac que recrea el efecto de mejillas quemadas por el sol, y para iluminar ese "rojo quemadito" tan favorecedor llené mis pómulos de partículas rosas y doradas con el colorete Blush and sun de Gerlain en el tono 1. La combinación es increíble, y ambas cajitas de rubor ya siempre me hablarán de aquel fin de semana de ensueño.

3.- MI TESIS DE COLOR MELOCOTÓN

Y por último quiero detenerme en el colorete que elegí para la defensa de mi tesis: el Melba de Mac. Es mate, por lo que la luz nace exclusivamente del color, un coral amelocotonado, un melocotón naranja, justo lo que yo necesitaba para cobrar ánimos. Una inyección de alegría que, dos años más tarde, me hace rememorar los nervios, la emoción de mi abuela y las lágrimas de felicidad al escuchar el cum laude.

P.S.: Como siempre, gracias a Claudia por facilitarme las fotos y montar el collage...

7 comentarios:

  1. Me ha encantado este post, precioso. Quizá un día te imite...

    Besos

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  2. Muchas gracias, Rocío, me ha encantado, es verdad que esas conexiones son difíciles de romper... las escapadas hasta Sephora con Silvia para revolver en el stand de Benefit, los paseos por Rambla de Catalunya y Paseo de Gracia con Julia y Cristina con aperitivos de coca cola light y patatas lays "verdes", los polvos arizona 14 de mi adolescencia, el maquillaje "oso panda" de la foto de familia numerosa...

    Gracias otra vez.

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  3. ¡Qué lindo post!... La nostalgia y los recuerdos, qué lindos sentimientos los que afloran... Además los productos que mencionas son todos una absoluta preciosidad. Un besote, Claudia

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  4. Hola, ¿qué ha pasado? sale como si Kitty hubiera actualizado su lista de imprescindibles pero luego dice blogspot que el link no existe...
    Gracias!

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  5. Qué bien sabes decir las cosas...

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  6. Sigue sin haber MAC en Santander. Mañana mismo pongo una queja en el CI. Tenemos Carlolina Herrera, BB y otras semipijadas y no tenemos MAC!!!!!!!!!!!!!!!!11

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  7. Cum laude, wow!

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